Buen Viaje

Hoy definitivamente tuve uno de los peores viajes en bondi al laburo de mi vida. Igual, como que mi estado de ánimo ayudo bastante también...
Comencemos por lo primero, me levante demasiado temprano y dormí demasiado poco para mi gusto. Ya esa es razón más que suficiente para levantarse totalmente de mal humor. Si a eso aparte le agregamos que me acosté tarde por estar estudiando, no por irme de fiesta con siete locas salvajes y champagne, y me levanté temprano porque tenía que venir a laburar, no por irme de fiesta con siete locas salvajes y champagne, entonces como que no da.
El bondi tardó particularmente mucho (10 minutos más o menos lo que ya lo hace una eternidad a menos que estemos hablando del 124, que no es el caso). Una vez que llega, al tardar más de lo normal, venía por supuesto, hasta las manos. Por suerte hasta las manos significa que tenía que quedarme parado dos o tres paradas y listo. Para que entiendan, yo laburo en planta, por lo general las fábricas no se ubican en el microcentro, por lo que cuando todos están entrando a Capital, yo estoy saliendo. Así que al toque ya tenía asiento, pero cuando uno está acostumbrado a ciertas comodidades, como conseguir el asiento apenas sube, es doloroso cuando desaparece aunque sea un ratito. Es como tener una empleada que te limpie, lave, planche, cocine, y que de repente llegue el domingo. Es como estar acostumbrado a ir en auto al laburo y de repente tener que tomarte un bondi. Es como que te deje Pampita y te tengas que satisfacer viendo las rayas del codificado usando tu imaginación para distinguir una teta. Bueno, no sé si tanto.
Cuestión que conseguí asiento, sólo, tranquilo. Entonces empiezo a escuchar de a poco un sonido atroz. Miro para atrás y veo lo peor, un vishero con celular Nokia 309898 Extra Powerfull Megaman X con parlantito saturado por exceso de cumbia. Se escuchaba un sh shshsh shshsh malo que para el humor que tenía era como que me estaban pateando continuamente las pelotas con zuecos de metal electrificado. Pense en llamarla a la que comentó en un post anterior, Silvana, para que le venga a poner las cosas en claro con un buen imán, pero no sabía cómo hacerlo y a la batiseñal la había dejado en casa. No contento el destino con semejante tortura, decidió sentar delante mio a un flaco con auriculares (por lo menos) pero que cantaba como si estaba en "Escalera a la Fama" (seh, así de mal cantaba). Por suerte, por alguna razón mágica que desconozco pude acostumbrarme a esos ruidos y llegó un momento en el que sólo escuchaba un shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que no se parecía a cumbia ni a flaco afeminado cantando Karina, así que me conformé con eso. Creo que fue una especie de autodefensa de parte de mi cuerpo, algo así como lo que hacen los bebés cuando en las fiestas se duermen al lado de los parlantes al palo.
Unas paradas antes de llegar, sube un flaco que era Luis Miguel pero si hubiera cantado reggaeton y no música para alzar viejas y cantarlas ebrio en un karaoke. En el pelo tenía más gomina y fijador que un asiático rockabilly. Tenía los primeros 3 o 4 botones de la camisa desprendida, que era de mangas cortas y aún así, las tenía arremangadas. No podés arremangarte una camisa de mangas cortas, para eso justamente las tiene cortas, para que no andes arremangandote, pero bue... cosas que pasan creo.

Me voy a estudiar que rindo a las 4. Me encanta empezar así el día.