Dominantes y dominados

Hay diversas cosas que me molestan mucho, una de ellas, sin lugar a dudas, es ese tipo de personas que, apenas se ponen de novios, tiran toda la vida anterior que tenían a la basura. Así de simple, cambian todo lo que hacían antes por mirar una película con el/la novio/a . Son esa clase de gente garrapatezca (acabé de inventar la palabra, pero se entiende) que se te pega como el vino (sin soda, porque así pega más, pega más, pega más).
Si antes tenía un grupo de amigos/as, ya fue, o directamente no los ve más, o cuando los ve, no es lo mismo, anda con tanta cara de culo que se puede sentar en un helado y decir de qué sabor es. Obviamente, la mitad (o más) del tiempo se la va a pasar hablando con su amor por celular, con lo cual a fin de cuentas, va a ser lo mismo que si nunca hubiera estado.
Solo para aclarar, no estoy hablando de ese enamoramiento loco de los primeros tres meses, de esos que te ponés como yo me puse cuando tenia 8 años y me regalaron el jeep de Rambo, sino que hablo de cuando se prolonga eso y termina siendo una relación esclavizante para las dos partes, con o sin consentimiento mutuo. Por lo general, siempre termina habiendo un "dominante" por decirlo así y un "dominado". El dominante es el que impone esta relación, y es siempre completamente inseguro. Actúa siempre a través de los celos, paranoico al palo, creyendo que absolutamente todo el mundo que siquiera mire para el mismo lugar que su pareja, está queriendo sacarla de sus garras, y de eso nacen miles de peleas todos los santos días. El no verse un solo día ya es un símil apocalipsis.
El dominado es completamente sumiso, está totalmente entregado. Si tiene que mentir, inclusive a sus amigos/as de siempre, lo hace sin que se le mueva un pelo. Y de esto conozco demasiados ejemplos. "Che vamos a comer algo?" "Uhh no puedo, tengo que.. eh... estoy enfermo.. seh, eso" "Ah bueno no hay drama" y después aparece con su pareja en algún lugar.
Ya cuando se dejan de hacer cosas que antes te gustaban, que las hacías siempre, y que eran parte total de tu vida, por estar mirando al techo con una mina o un vago, es cuando realmente te tendrías que dar cuenta que tenés un serio problema.
Como siempre, todo en exceso es malo (tiene sus excepciones como todo), lo mejor es buscar un equilibrio. Porque lo peor es, que ya pasado un tiempo, ya no es porque te gusta, es o por costumbre, o porque ya nadie quiere hablarte.