10 abr 2008

Estimadísima Vieja Chota

En esta ocasión me place escribirle para comentarle ciertas cosas en las que no coincido con usted. Me parece espectacular que tenga más años que la primera operación de la Alfano, pero sepa que eso no es condición ni suficiente ni necesaria para ser merecedora de mi respeto, no tengo porque otorgar mi respeto a una persona por el simple hecho de haber nacido antes que yo. El respeto no es un derecho, el respeto se gana. Si usted actuara con respeto hacia los demás, la gente la respetaría y usted no debería estar recordándole a cada rato al mundo que la traten bien porque usted es mayor y le cuesta caminar y que en su época era distinto y que los jovencitos son insolentes y que la televisión es mala y que el preservativo es pecado y bla bla bla.
Para poner un simple ejemplo, déjeme aclararle algo... Una cosa es que yo le dé paso, y la deje subir primero al colectivo. Otra muy distinta es que usted directamente se cole asumiendo que como no tiene una dentadura natural, la gente se va a apiadar de usted y la va a dejar subir primero. En ese caso, si alguien le dice algo, usted no tiene más que decir que "disculpen estoy senil" o "disculpen me olvide las gotas para los ojos y no veo ni un elefante escondido en una heladera" o alguna frase semejante, para que luego todos digamos ayyyyyyy, nos dé lástima y no le digamos más nada. Pero si la respuesta es hacerse la vieja chota y putear a todo el mundo de la nada, lo mínimo que se merece es una patada ninja en la nuca con botas con punta de hierro. Se entendió hasta acá?
Le recomiendo fuertemente que cambie su estrategia, porque en algún momento alguien se va a levantar cruzado y usted terminará con su lengua en su propio culo.

Atte,

Pato

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señor Pato: quien sabe por qué macabro designio del destino he llegado a este sitio y me encuentro con comentarios acerca de señoras de la tercera edad. Alrespecto debo decirle que no soy una vieja chota pero le ando picando cerca y entonces me gustaría saber dónde carajo están los caballeros que te ceden el lugar en la fila del super o en la cola del banco, porque a mi nunca me tocó ninguno (ninguno que me ceda el paso, mal pensado), con lo cual llego a las siguientes conclusiones: a) soy una vieja chota pero no lo parezco por eso nadie me da pelota y tengo que hacer la fila. b) las viejas chotas solamente viven en el entorno donde usted se desplaza, señor Pato. c) el único caballero del planeta es usted y yo nunca me lo voy a encontrar para que me deje su lugar en la fila. Atentamente me despido.
Madame Mirita