15 may 2008

10 razones para no cambiarse el domicilio

El 90% de la gente del interior que se vino a estudiar a Buenos Aires mantiene su dirección original, en su documento figura como que habita todavía en cualquiera haya sido la ciudad que viva antes. Es más, me animaría a decir que es el 95% (sin ir más lejos, yo hace 5 años que vivo en Capital y todavia tengo dirección de Corrientes.... es que soy un perversito =$). Y por qué pasa esto se preguntarán ustedes? Bueno, he aquí un listado de 10 razones que los van a hacer entender:

  1. Hacer el cambio de domicilio es una PAJA. Encima te cobran...
  2. Capaz volvés a vivir a tu provincia de nuevo cuando te recibís, y ahí vas a tener que hacer de nuevo el cambio de domicilio... ni da, mejor aguantar 5 o 6 años en cualquier lado con tal de no hacer dos colas.
  3. Si no sabés a quien votar, no votás y listo, te pasás por las bolas el hecho de que sea obligatorio... Tomá constitución vishhera! Eso por no hacer un voto calificado.. (Aclaración: Sólo válido para personas cuyas ciudades natales estén fuera de un radio de 500 km de Capital. Técnicamente también valdría para quienes están adentro del radio, pero te cobran una multa mas heavy que Ozzy, Marilyn Manson y Ricardo Iorio juntos mezclados con un poco de cadenas de plomo y espolvoreados con cuero)
  4. Es una buena excusa para volverse a casa siempre, ejemplos: "Uh no! Tengo que ir a hacer unos trámites a Corrientes, pasa que tengo dirección de allá, viste?"
  5. Cualquier trámite con alguna entidad del estado es más fácil en cualquier lado que no sea acá. Allá voy y saco el carnet de conductor al toque. Acá tengo que hacer diez días de cola para sacar un turno, para ir y hacer más cola para sacar otro turno, para después cruzar el Riachuelo nadando en slip y matar un mutante con las manos, llevarlo al destacamento Nro 3, despedazarlo y tirarlo a los perros, tocar la bocina del auto, ganar el TC 2000 y pagar $300.
  6. Si vas en el auto y doblás donde no debías, te para la policía y podés usar el clásico "Pero yo no sabía, no soy de acá, perdoná =$"
  7. El cambio de domicilio no sirve para nada, si sirviera, ya todos se lo hubieran hecho. Total, todas las cartas, facturas y boludeces varias que mandan por correo, llegan a donde vivís posta, no es que van a dejar de cobrarte.
  8. Si por alguna razón perdés el acento, siempre tenés la dirección en tu documento de backup (dicho sea de paso, no hay cosa que me moleste más que la gente que pierde el acento alevosamente, o sea, no pasaron ni dos semanas acá y ya están hablando como si su familia viviera acá desde hace 5 generaciones y hubieran fundado la ciudad y ellos mismos hubieran instaurado la forma de hablar).
  9. A nadie le gusta perder una semana haciendo cola en el registro civil, con olor a torta frita y mate con bebés llorando de fondo. Creo que el llanto de los bebés es el soundtrack del registro civil.
  10. Si todavía tenés tu dirección original podés hacer un listado de 10 razones y en la razón N° 10 escribir algo que no lleve a ninguna parte, sólo porque te quedaste sin muchas ideas y ya te está dando algo de vergüencita el estar en el laburo y estar posteando esto en vez de hacer algo productivo, aparte si tu café ya se terminó tranquilamente podrías ir a buscarte otro.

Me fui a buscar un café, hasta el próximo relleno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja es muy buenoooo !!! el cambio no sirve para una goma, y eso que yo solo vivo a 90 kilometros ! pero ni en pedo lo hagooooo, sabes lo dificil que es sacar el registro en capitallll???? olvidateee, aguante el libertinaje de la provinciaaaaaaa

virrr !!

Anónimo dijo...

Yo hice cierta vez un cambio de domicilio y solo por haberme cambiado de barrio, se puede creer ser tan tarada? Las consecuancias fueron terribles, parece ser que por una confusión de algún empleado del Registro Civil, mi cambio de domicilio no fue registrado como cambio de domicilio sino como "Partida de defunción". Nunca más aparecí en los padrones electorales de ninguna ciudad de este choto planeta, cosa que si bien me llamó la atención no me preocupaba mucho, no estar en el padrón quiere decir que no tengo que ir a votar, que bien ea ea ea nada de andar jodiendo el domingo de elecciones con el horario, la fila de la mesa que te toca y que no hay ningún remis que te lleve hasta la escuelita poronga donde te toca votar, asi que lo dejé pasar. Pero después tuve la mala idea de ir a averiguar por qué corno yo no estaba en el padrón y...OH SORPRESA!! El empleado del juzgado con su mas estúpida sonrisa de empleado público ineficiente me dijo:
- Lo siento señora, pero usted está muerta.
- Ah si? no me digas!! Qué suerte, ya no tendré que pagar mis cuentas.
Luego de meses de ir y venir logré que me saquen de la tumba y volví a aparecer en el padrón electoral, justo antes de que mis descendientes pretendieran cobrar la herencia.
Un saludo,
Madame Mirita (una de los muertos vivos)