El Factor Clave

En lo que respecta a cualquier relación, las personas siempre intentaron entender bien al otro, para así no tener ninguna de esas peleas sin sentido como "yo cociné, vos lavá" o "te dije millones de veces que tapes el shampoo cuando no lo uses más".
Pero no se preocupen, salí de mis vacaciones literarias especialmente para tirar un par de tips que tal vez ayuden a una vida de pareja más llevadera, suave y feliz. Son tips bastante generales, para que ustedes los puedan bajar a sus casos particulares, y no crean que con eso ya está, porque cada uno tiene sus locuras especiales que no entran dentro de ninguna categoría, como el ornitorrinco, que es un mamífero, pero pone huevos, entonces como que nadie sabe bien donde meterlo. Tengan en cuenta que voy a tender a generalizar, lo que significa que esto se aplica sólo en el 99,9% de los casos, es como el Lysoform, que mata casi casi casi todas las bacterias (Mi abogado me obligó a poner eso).
Primero me dirigo a los hombres, vamos a ver más o menos qué podemos hacer para complacer a nuestra querida compañera.


"No se les ocurra intentar ganar una discusión": Estimados, el tema es simple, nosotros tenemos en nuestra naturaleza el discutir razonablemente. Nosotros buscamos a través de argumentos que se entienda nuestro punto, nosotros discutimos a través de la razón, y tenemos en la cabeza que todo el mundo lo hace también, pero no podemos estar más equivocados. Las mujeres en su gran mayoría no responden a la razón, sino a sus emociones, esto significa, ni más ni menos, que nunca vamos a ganar, digamos lo que digamos, con lo cual, es más fácil simplemente decir que si, perdón, y seguir con nuestras vidas. Sino, sería como discutir con un católico ortodoxo la teoría de la evolución:


- Pato: No pero escuchame man, ¿Vos me estás diciendo que estaba la Tierra así feliz y de repente Dios agarró su varita mágica, tiró un par de movimientos acompañados de palabras mágicas y de repente entraron a aparecer animales y nosotros, árboles y luz y un par de peces?
- Ortodoxo: Ajam, así fue exactamente como fue.
- Pato: ¿Y el tema de los dinosaurios? Esos locos tienen como 65 millones de años, nosotros no estabamos ni en los planes de Dios.
- Ortodoxo: Nah, te mintieron, nosotros también ya estabamos con los dinosaurios.
- Pato: Hmm, no. Está bastante probado que no che.
- Ortodoxo: Nah, no está probado, es todo mentira, blasfemos, herejes.
- Pato: Bueno, ponele que teniamos a los dinosaurios de mascotas, ponele que Los Picapiedras están "basados en hechos reales". ¿Qué me decís de los Australopitecus, Homo Erectus y previos antepasados del ser humano?
- Ortodoxo: Son personas que nacieron deformes.
- Pato: ¿Y eso de donde lo sacaste?
- Ortodoxo: Dios se me apareció y me tiró la posta.
- Pato: ¿O sea que cuando no sabés qué decir respondés Dios?
- Ortodoxo: ... Dios, ajam.

La gran mayoría de veces, si una mujer tiene ganas de discutir. no van a poder zafar, es prácticamente imposible, ya que todo lo que digan será incorrecto. Todas sus técnicas evasivas jamás serán suficientes:


- Mujer: ¿Dónde estuviste?
- Pato: En la oficina nomás, laburando más que Billy Bob Thornton para levantarse a Angelina Jolie.
- Mujer: Siempre laburando vos, nunca tenés tiempo para mi.
- Pato: Pero si no laburo no tengo guita para poder sacarte a comer e ir al cine, y hacer esas cosas que te gustan. Aparte, vos misma me dijiste que tenía que empezar a moverme ¿No?
- Mujer: ¡No me grites!
- Pato: Pero si no te estoy gritando...
- Mujer: ¿Ahora me estás diciendo mentirosa?
- Pato: ... Tengo miedo de seguir respondiendo...


"Cuando la veas, mirala bien y decile que notás que se hizo un cambio": Las mujeres viven cambiándose algo, ya sea el color de pelo (ellas distinguen como 3 millones o más colores que nosotros, tierra tostada por ejemplo), o se cortaron el pelo (cosa totalmente imperceptible a mis ojos a menos que se pelen o se hagan la gran Araceli), o hicieron las manos o algo. Les encanta que lo notes. Si efectivamente no se hizo ningún cambio, no te calientes, decile que simplemente la ves más radiante, que hay algo en su sonrisa, que es como si la estuvieras viendo por primera vez, cuando te diste cuenta lo mucho que te gustaba. Si convivís, hacelo una vez por semana y vas a quedar como un dandy salvaje.


Con los hombres es bastante más básico, hay una sola cosa con la que no te podés meter, y esta es:


Su ORGULLO MASCULINO


Decile que la tiene enorme, que es el mejor arreglando las cosas de la casa, que nunca viste que alguien gane tanta plata como él, que nadie sabe acariciar mejor, que todos los demás son totalmente insulsos, etc etc. Alimentando esta fantasía vas a tenerlo más feliz que un vishero cuando la pega con una cumbia que ni se acuerda haberla hecho porque estaba pasado de vueltas con el manojo de uvas con pastillas que le afanó a la abuela.



Ya zafé de mis vacaciones literarias, pero ahora me voy de vacaciones físicas, aprovecharé esta semana santa como se debe, de fiesta en Córdoba jeje. Si me da la cabeza escribo desde allá, sino nos vemos la semana que viene ¡Felices Pascuas!