15 jul 2009

Clientes Molestos

Siempre existieron personas molestas, irritables y asquerosas, pero hasta que a algún boludo se le ocurrió eso de que el cliente siempre tiene la razón, lo mandabas a freir papas y listo. Ahora no se puede, ¿Cómo vas a mandar a cagar a algún cliente? Y dentro de los que se merecen una buena trompada se encuentran varios estilos de molestos. Voy a intentar hacer una especie de resumen de todos estos tipos cosa de que si alguno en algún momento quiere armarse algún negocio pueda tener idea de con quien está tratando y aplique las técnicas apropiadas para contrarrestarlos.

El Indeciso

Este es un especimen especial, entra a un negocio sin la más mínima idea de lo que va a comprar, entra por incercia, el clásico ví luz y entré.

Cliente: Media docena de carne por favor.
Panadero: Sí, cómo no. (Y las prepara)
Cliente: Pará, y agregale dos más de pollo.
Panadero: Bueno. (y se pone a agregarlas)
Cliente: No pará, mejor sacame dos de carne, pone una de humita, calenta la de jamón y queso, hace una mortal hacia atrás y poné una más de pollo.
Panadero: A ver si entendí, básicamente querés 4 de carne, 3 de pollo, una de humita y una de jamón y queso, ¿no?
Cliente: Seh.
Panadero: De una. ¿Te las caliento?
Cliente: Hmmm, calentá las de pollo nomás, el resto como frío. ¿O las caliento después? Nah, mejor calentalas a todas.
Panadero: Bueno (y se pone a calentarlas)
Cliente: No, ¡Pará! Hacé una cosa, no las calientes nomás, mejor cambiame una de carne por un vigilante, saca las de jamón y queso y ponelas encima de las de pollo mientras caminas en un pie silbando la marsellesa y a la de humita ponela en otra bandeja con un pedazo de pan.
Panadero: ¿Vos sos pelotudo o hijo de Marley?
Cliente: ¡Che! Pero que actitud de mierda, ¿Sabés qué? Dame un cuarto de pan y listo.
Panadero: Acá tenés puto, chau.

¿Cómo podés contrarrestarlo? Dos cosas. Primero, no hagas nada, movete menos que un caracol en coma, hasta que el loco se decida. Y aún así, espera un mínimo de 10 min mirándolo con cara de pan por si hay cambios de último momento. Y segundo, necesitás más paciencia que para hablar 5 min con Julian Weich sin tirarle una granada en la boca.

El Ignorante

Esto se suele dar mucho en ferreterías. Cae alguien que no tiene la más mínima idea de cómo se llama lo que le falta, no sabe como describirlo, no sabe absolutamente nada, pero aún así, espera que vos le resuelvas el problema dado que "ese es tu trabajo".

Ferretero: Buen día señora.
Cliente: Hola, estoy buscando un cosito negro de goma que se me rompió.
Ferrentero: ¿Cosito negro? ¿Lo tiene acá para que lo veamos?
Cliente: No, lo tiré, si no servía para nada.
Ferretero: Bueno pero nos hubiera ahorrado bastante tiempo, pero bue.. ¿De dónde lo sacó?
Cliente: No sé, ahí abajo de la canilla de la cocina.
Ferretero: Ah me imagino más o menos lo que quiere, espere acá ya se lo traigo. (Lo busca y se lo trae) ¿Este es?
Cliente: Hmmm, no sé, es parecido sí, pero no sé si era exactamente así.
Ferretero: ¿Su canilla pierde?
Cliente: Seh.
Ferretero: Esto hace que no pierda más.
Cliente: Bueno, pero ahora que lo veo bien, me parece que no era tan así, estaba un poco más gastado en un costado, y tenia medio un agujerito un poco más grande.
Ferretero: Eso es porque este es nuevo y el suyo no.
Cliente: Bueno pero capaz si me lo gasta un poquito estaría más segura, pasa que así no es como lo recuerdo.
Ferretero: Es un cosito negro de goma, ¿no? Acá tiene un cosito de goma.
Cliente: Bueno pero, ¿No lo podría gastar un poquito al agujerito? Porque yo me acuerdo que estaba más gastado, y no quiero comprar si después no me va a servir.
Ferretero: Señora, vamos de nuevo, este cosito negro de goma .. ¡ES NUEVO! El suyo.. ¡NO! Por eso tuvo que venir a comprar otro, porque el otro ya estaba GASTADO. ¿Se entiende?
Cliente: No tiene por qué hablarme así, ¿sabe? A mí mi portero me explicó cómo tenía que pedirlo.
Ferretero: ¿Su portero le dijo que lo pida como un "cosito negro de goma"?
Cliente: Sí, y el siempre sabe todo, el otro día me arregló el inodoro. Así que no se haga el que sabe más que él.
Ferretero: Bueno haga una cosa, lleve esto y dígale a su portero que se lo meta en el culo a ver si sigue goteando.

¿Cómo podés contrarrestarlo? Cuando llegue pidiendo algo, simplemente ponga todos los artículos que correspondan con su explicación más básica que la soda cáustica y que sea el cliente quien pierda el tiempo viendo cuál es mientras usted implementa el tiempo en algo mejor como contar grietas en el techo o ver de qué tantas maneras podés decir que Rial es una garrapata que vive de chuparle la sangre a los demás.

El Sobrador

Este especimen está convencido que sabe más que cualquiera de cualquier cosa, aunque en realidad tenga menos idea que Karina Jelinek. Llega a cualquier lugar e intenta enseñar a quien es especialista sobre el producto que vende. Suele pasar muchísimo en talleres mecánicos, pero no se limita a eso, este tipo de clientes pueden entrar a un prostíbulo e intentar enseñarles a las putas como ser gatos.

Cliente: Hola, vengo a buscar una zapatilla.
Vendedor: Bueno, ¿Para qué la necesita?
Cliente: Para jugar al tenis con los pitufos, boludo. ¿Para qué la voy a necesitar? Para conectar muchas cosas a la misma toma.
Vendedor: Pero señor, depende de qué quiera conectar, hay distintos tipos de zapatillas.
Cliente: Hacé una cosa, dame la zapatilla esa que tiene muchos lugares donde enchufar, y un enchufe a la toma. Esa quiero, no es tan difícil lo que te pido.
Vendedor: Pero señor, si usted conecta una heladera y un microondas a una zapatilla que no esté preparada para eso, se puede sobrecargar la red e incluso quemarle alguna de las cosas.
Cliente: Mirá, yo laburé 10 años en Siemens, ¿A mí me vas a venir a boludear? No pasa nada, dame la más barata y listo.
Vendedor: Escúcheme, se le va a...
Cliente: ¿No me estás escuchando? Quiero la más barata, pero la puta che, sos más boludo que un pavo con retraso.
Vendedor: ¿Sabés qué? Toma tu zapatilla, y ojalá que te llueva mierda mientras se te quema toda la puta casa, forro.

¿Cómo podés contrarrestarlo? Muy simple, dale lo que quiere, no intentes aconsejarlo en nada, cuando se le queme la casa te va a putear más que a la mesa contra la que se golpea el dedo chiquito a la noche medio dormido, pero va a aprender.


Y conmigo qué pasó se preguntarán, por qué desaparecí tanto tiempo dirán. Cuenta la leyenda que ya me estaba por recibir ahora, con lo que me puse a estudiar como tarado, pero resulta que vino juan gripe porcina, cerraron la facu, y ahora estoy más al pedo que la gente que va a los actos de Cristina.

6 comentarios:

Coki dijo...

¡Excelente! Espero que sea sólo el comienzo de una serie.

Yoni Bigud dijo...

Excelente catálogo. Yo agregaría al regateador, que entra a un negocio cualquiera y piensa que está en el mercado de pulgas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo agregaría la categoría "dos amigas que andan al pedo" y entran en las tiendas donde venden ropas carísimas de marca a probarse todo, pero de onda, no piensan comprarse nada porque no tienen un mango.
Se meten juntas al probador, se prueban 200 remeras y 85 pantalones, se matan de risa haciendo poses frente al espejo y se van muy frescas dejando el despelote atrás para que el pobre infeliz del vendedor acomode todo con cara de culo porque encima que no les vendió nada ni siquiera las pudo espiar cuando quedaban en tanga entre ropa y ropa porque las muy guachas sostenían la cortinita.
Es para matarlas.

Madame Mirita

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Y qué decir de la vieja pelotuda que llena el changuito y en la caja abarrotada de gente le dice a la mina "avisame cuando llegues a 100" y se pone a elegir que llevar, que no, para luego pedirle de pagar ABL, Teléfono, Celular, Gas, Cable, el colegio de los pibes, la cuota del gimnasio...

La sabiduría de Pato dijo...

Coki: Espero tener la creatividad suficiente como para seguirla con algunos más jaja.

Yoni: Efectivamente, uno se cansa de ver hasta donde puede llegar a pelear una rebaja de 30 centavos.

Madame: Nunca faltan, en un shopping son la mayoría, no sé como los que atienden aguantan.

Relato: Hay gente que al no tener nada que hacer, busca gente con quien hablar hasta el la caja del supermercado, esas viejas suelen ser las que en la cola ya te empiezan a preguntar cualquier gansada o sobre el tiempo sólo para hablar de algo.

Saludos a todos!

Anónimo dijo...

actualizaaaaaaaaaa

por fa!!!!!!!!

muy bueno