¿A quién no le gustan los recitales? Son uno de esos momentos donde despilfarrás adrenalina, donde podés disfrutar de la banda que te gusta tocando para vos a un par de metros y sentís la música en todo tu cuerpo. Buenísimo. Pero también son lugares de encuentro de personajes algunos graciosos, algunos molestos y algunos directamente asqueantes, como sacar sin guantes los pelos de la ducha de un vestuario de un bar de camioneros. Veamos algunos:
- El Gordo Sudoroso: En todos los recitales encontrarás por lo menos uno de estos especímenes. Ahora, lo que sí varía es el hecho de si tiene o no la remera puesta. En recitales de los Rolling, Piojos y esa onda, clave que no tiene remera y vas a tener que fumarte en pipa su sudor con olor a salame picado fino. En cambio en recitales de Miranda!, Babasónicos, etcétera, tendrá una remera matámbremente ajustada donde se podrán apreciar esas aureolas por haber saltado en dos temas.
- El Poguero: Este es un personaje totalmente sacado, y creo, sólo creo porque la verdad no estoy seguro, que existe sólamente en Argentina. No estoy hablando de gente que se saca en recitales de Korn o Pantera, ahí se saca cualquiera, sino de los que agitan en recitales o temas totalmente sin sentido como por ejemplo, y esto lo viví, gente que cuando The Police estaba tocando Every Breath You Take saltaba sacada como si el piso quemara. Yo volando escuchándolo a Roger Waters cantando Comfortably Numb y un sacado adelante pogueando como si fuera La Renga. Todo bien con la saltada sacada, pero cuando el tema amerita, en un recital de Sonata, de Nightwish, de Ozzy, etc.
- El Superfan: Se sabe todos los temas de memoria, todas las letras, todos los nombres de los miembros de la banda, el nombre de los plomos, del sonidista, del loco de las luces, del que escribió una nota sobre ellos en una revista. Si lo tenés al lado, vas a sufrir como mina a dieta en navidad, no vas a poder escuchar nada porque lo vas a tener gritando en tu oído y va a llorar más que Nazarena Velez. Recomendación importante, si lo ves, alejate.
- El Fan guiño guiño: Conoce sólo uno o dos temas, no más. Está callado y tranquilo durante todo el recital esperando a que los toquen, y cuando lo hacen, se transforma en una mezcla entre el poguero y el superfan, saltando como un sacado y gritando el tema para reivindicarse por todo el tiempo tranquilo y hacer valer los cien mangos que le dolió la entrada.
- La Minita Molesta que se trepa a la gente: "¡No veo nada! Alzame por favor" y automáticamente tapó la visión de por lo menos veinte personas atrás de ella. Aunque te jode de sobremanera que te tengas que andar corriendo para ver porque hay una loca encima de un flaco, es demasiado gracioso escuchar la cantidad de cosas que le gritan para que se baje. Tenés que tener los huevos de acero para bancarte toda esa maraña de insultos. Yayo y el Guachón quedan como nenitos de kindergarden al lado de las puteadas magníficas que se pueden llegar a escuchar en esos casos.
- La Minita que mide 1,20: Algunas de estas caen en la categoría anterior, pero no todas. Hay algunas que se van lo más adelante posible para poder ver algo, dado que en el campo, a menos que midas más de 1,80 tenés una visión limitada y podés respirar menos que Sandro. Antes de que empiece el recital, estar adelante no representa una molestia, pero cuando empieza, difícilmente, siendo una minita de 1,20, puedas aguantar el peso de toda la gente empujándote contra la baranda. Resultado: Terminás desmayada en la carpa médica. No entiendo por qué no sacan platea, sabiendo que esto les va a pasar.
- El que va con su novia: Este es fácil de identificar, es el que desde que entra hasta que termina el recital está por lo menos con una mano encima del hombro de la mina. Se mantiene fijo durante los saltos y demás. La mano en el hombro es incondicional. Ni la gotita pega tan fuerte dos cosas.
- El Bajonero Gruñón: Los recitales son momentos de felicidad y emoción, pero este personaje no entiende de esos sentimientos. No sé si porque fue obligado, o porque le regalaron la entrada y no tenía amigos a quién dársela y no iba a andar tirándola, o por simple boludo. Es el que se enoja si la gente salta, si la gente canta, si la gente grita, si la gente respira, si la gente transpira, si la gente mira para el costado, si la luz del escenario ilumina al que está al lado de él y el reflejo como que le da un toque en el ojo izquierdo y le hace recordar a su mala niñez. Básicamente le jode todo, y mantiene una cara de culo tan importante que es capaz de sentarse en un helado y poder decir de qué sabor es.
- El Cocacolero/Saladixero/Garrapiñero/Etc: Después de luchar durante mínimo media hora para hacerte lugar en ese mar de cuerpos y encontrar el lugar perfecto desde donde ver, pasa este señor pidiendo permiso, te corrés y viene algún puto y te saca el lugar. Y ni que hablar cuando se le cae un vaso de coca enterito en tu cabeza, ahora no sólo vas a tener olor a cementerio inca cuando salgas sino que aparte vas a estar más meloso que Winnie Pooh.
Y ahora sí, espero sus agregados.
23 años
Hace 6 meses